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La laguna de Atezca

Transcripción del libro “Leyendas Hidalguenses, Vol. 1. De Luvián Torres, E., et al. (2007).

 

Mis abuelos nacieron en Molango, pueblo pintoresco enclavado en medio del caprichoso relieve de la Sierra Hidalguense, y crecieron en una atmósfera mística donde se desarrolló la siguiente leyenda ubicada en la laguna de Atezca, la cual dicen que hace muchos años estaba llena de juncos. Situada no muy lejos del centro del pueblo, alguna vez buzos experimentados intentaron llegar al fondo de ella; pero como no lo consiguieron después de varios días de esfuerzo, desistieron de su aventura.

 

Según relatan los que estuvieron antes que nosotros, cierta vez desapareció misteriosamente un hombre en la laguna. La noticia corrió por todo el pueblo. Algunos arrieros ebrios aseguraron que la noche anterior, al pasar junto a la laguna, lograron ver que un hombre caía y parecía haberse ahogado. Los familiares se resignaron a la pérdida de su ser querido y se dirigieron a ver al sacerdote del pueblo, quien les recomendó que para estos casos, cuando no aparece el cuerpo, es costumbre que se recuerde al difunto mediante una fotografía y colocándole cirios, sin faltar los rezos para pedir por su eterno descanso.

 

Los rezos se iniciaron al día siguiente en la casa del difunto. Pasaron los nueve días obligatorios que la religión católica establece, y justo el ultimo día, a eso de las diez de la noche, mientras la viuda y sus hijos lloraban desconsoladamente, la puerta se abrió de golpe. Las mujeres que asistían al rezo gritaron horrorizadas, entretanto los niños se ocultaban tras sus madres. Algunos se santiguaron. Era que el fallecido estaba ahí, de pie, en la puerta, escurriendo agua, los juncos colgándole del cuello y los ojos desorbitados por la impresión. Cuál no sería la sorpresa del supuesto muerto, al ver a su esposa vestida de luto, flores, cirios, y en medio su retrato. La viuda se desmayó, al tiempo que la gente salía corriendo por todas direcciones.

 

Al día siguiente, cuando las cosas se habían tranquilizado, el pueblo entero se interrogaba por lo que había sucedido. La esposa afligida preguntaba a su marido sobre lo acontecido. Él sólo respondía:

-Si en verdad me quieres, no me obligues a decírtelo. Pero tanta fue la insistencia de la esposa que por fin el hombre accedió:

- Está bien, te diré lo que pasó, pero lo que suceda después será tu culpa. El día que desaparecí me estaba bañando en la laguna, cuando de pronto sentí un fuerte jalón en las piernas. Creí que me ahogaría acalambrado; pero en ese momento, una fuerza impresionante me succionó hacia el agua. Perdí el sentido hasta que desperté, no sé cuándo ni cómo. Aparecí en un lugar extraño, parecía un edén, tenía árboles frutales, muchas mujeres hermosas, había exquisitos platillos, fui vestido con telas bordadas en oro y plata. Me trataban como a un rey y todo lo que pedía me era concedido. Pero te extrañaba a ti ya mis hijos, así que les pedí a esos seres extraños que me dejaran regresar. Dijeron que sí, pero con la advertencia de que si contaba algo moriría al instante. Ignoro cómo regresé. Sólo sé que desperté a la orilla de la laguna de Atezca, a un lado de los juncos, y me dirigí hacia acá inmediatamente.

 

En ese instante el hombre cayó muerto a los pies de su esposa. Según cuenta la leyenda, desde aquel día, cada año en sábado de gloria, muere o desaparece alguien -siempre hombres, nunca mujeres- en la misteriosa laguna de Atezca.

 

Carmen Cortés López

Licenciatura en Lengua Inglesa

 

Referencia

Luvián Torres, E., et al. (2007). Leyendas Hidalguenses, Volumen 1. Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo

Subcategoría

Tipo de contenido

Fecha

Autor

Fuente

Derechos

Urbana

Texto

2007

Luvián Torres, E., et al.

Luvián Torres, E., et al. (2007). Leyendas Hidalguenses, Volumen 1. Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo

Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial- SinDerivadas 4.0 Internacional

Etiquetas

Sirena, actualidad, época actual, tradición oral, laguna de Atezca, cuento, historia, narración, magia, misterio, emoción,

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