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La casa de los espantos

Transcripción del libro “Historia completa del distrito de Molango”, de Salguero, G. M. (1947).


No quedará de ti piedra sobre piedra.


Allá por el año de 1840, una familia Monroy, natural de Tianguistengo, construyó una casa grande, amplia y con todos sus anexos y comodidades, en la esquina de las hoy avenida Hidalgo y tercera de Morelos de esta villa de Molango. La familia Monroy después de habitar por algún tiempo dicha casa, con motivo de la muerte del señor don Fermín Monroy, jefe de la familia, esta dejó de habitarla porque lo más del tiempo estaban fuera, y sólo de tiempo en tiempo la habitaban. Entre tanto, la casa, con su amplio patio, sus corredores, su barda, su pozo y demás anexos, la ocupaban algunos inquilinos, pero en seguida la dejaban.


En esta casa se desarrollaron varias escenas: unas veces era centro de reuniones sociales, otras, escuela de baile, casa de cita y templo masónico "Los guardianes de la montaña". Allí, se cometieron grandes atropellos contra la honestidad y contra la propiedad.


Allá por el año de 1888 fue decayendo la masonería porque sus miembros, unos murieron, otros emigraron y los pocos que quedaron vivían casi aislados unos de otros y sólo se conocían entre ellos, por las señales secretas y algunos signos exteriores. Por tal motivo la casa dejó de prestar sus servicios y cuando alguna familia la rentaba para vivir, en seguida la abandonaban porque, se dice que oían ruidos extraños y se veían visiones, diablos, murciélagos y otros animales que se dibujaban en las paredes siempre pintadas de rojo y azul. Aún más, en la esquina de la casa que daba a la calle, en pleno día se oían visiones y se oían quejidos, lamentos dolorosos, suspiros y rodar de cadenas. Nadie podía habitar aquella casa, y el tiempo que todo lo destruye fue desmejorando los tejados hasta dejar las paredes al descubierto. Estas a la intemperie, se iban desgranando y se rodaban sus piedras por todos lados.


Un día, un vecino observador, don Jovito C. de la Vega, recordando quizá el origen y ocupación de esta casa, al ver como sus paredes se desmoronaban, dijo en tono sentencioso: "No quedará de ti piedra sobre piedra". Esta sentencia se ha cumplido, porque después de estar mucho tiempo en pie las ruinosas paredes, el señor don Adalberto Sarmiento, compró el lugar, rascó los cimientos para sacar material para construir casa en otro lugar, y de la antigua casa no ha quedado una piedra sobre otra; sólo se ven los hoyancos donde existían.


Se ha dicho en todo tiempo que en aquel lugar había dinero sepultado por los ricos de aquel tiempo, y que esta era la causa de los espantos. El actual poseedor de aquella finca quizá en busca del tesoro escondido volteó todos los materiales que formaban aquella casa misteriosa. Sea de esto lo que fuere, lo cierto es que la profecía del señor de la Vega, se ha cumplido, pues no ha quedado de aquella casa piedra sobre otras.


Referencia:

Salguero, G. M. (1947). Historia completa del distrito de Molango. Mecanografiado inédito.

Subcategoría

Tipo de contenido

Fecha

Autor

Fuente

Urabana

Texto

1947

Salguero, G. M.

Salguero, G. M. (1947). Historia completa del distrito de Molango. Mecanografiado inédito.

Derechos

Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial- SinDerivadas 4.0 Internacional

Etiquetas

espantos, fantasmas, actualidad, época actual, miedo, misterio, emoción

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